jueves, 10 de marzo de 2016

LA SPIRULINA, UN SUPERALIMENTO QUE NO DEBE FALTAR EN NUESTRA MESA


Entre los nutrientes calificados como superalimentos, que realmente no son muchos, el primero de todos es la SPIRULINA, la microalga marina color verde-azul de los mares de Chile donde se encuentran depósitos de abundantes cultivos naturales.

Una de las condiciones para que un alimento de gran valor energético tenga altísimas propiedades nutricionales es que crezca y se cultive en lugares vírgenes no tocados ni intervenidos por la mano del hombre que es ajeno a las cualidades sutiles de la naturaleza y la SPIRULINA cumple perfectamente este standard de máxima calidad natural.

Este superalimento mexicano es uno de los grandes aportes que esta nación centroamericana hace al mundo como muy bien nos lo dice Salomón Shamosh en la entrevista del video que complementa esta publicación.

Junto a su hermano Alberto, han llegado a ser los pioneros en procesar y distribuir la mejor SPIRULINA en el máximo estado de pureza, libre de bacterias y de basuras residuales que se produce actualmente en el mundo.

                                                                            
                                                                             

Hay varias formas de tomar la SPIRULINA, pero la mejor es ingerirla con frutas o ensaladas de verduras crudas y un almidón como el maíz, las papas o los plátanos.

Con jugos es aún mejor por las vitaminas ácidas de las frutas y por los azúcares simples contenidos en la miel de abejas. Esta es una mezcla perfecta y además no le cambia el sabor al jugo. También puedes tomar unas 5 tabletas en la sopa si lo prefieres, o esparcida en el arroz si la tomas en polvo.

Veamos un ejemplo de una cena con SPIRULINA que renovará tus fuerzas en el descanso nocturno:

Hacer un batido de SPIRULINA con varias frutas: una manzana pelada, unas cinco moras, cinco uvas, el jugo de medio limón y endulce a su gusto con miel de abejas.

Si prefiere, endulce esta preparación con el cocimiento (10 minutos como máximo) de unas 30 hojas de Stevia, el ya muy conocido edulcorante natural rico en nutrientes y no azucarado.

Prepare en un plato dos bananos maduros de la mejor calidad que pueda conseguir, varias nueces y unas cuantas uvas pasas, elegido todo ello a voluntad, e ingerir esta cena en el siguiente orden: primero el batido con las frutas, luego los dos bananos y de último las uvas pasas muy bien masticadas con las nueces.

Usar también almendras o maní tostado y otras semillas oleaginosas, pero sin mezclarlas, un dia nueces, otro almendras, otro maní, etc.

Esta receta puede ser también un buen desayuno y es muy útil para personas delicadas de la digestión que necesitan mantener sus fuerzas durante la jornada que de este modo comienza con el pie derecho de un poderoso desayuno.

Si se trata de ancianos, es mejor rallar finamente las nueces o las almendras, y el maní tostado podría no ser conveniente.

¡Disfrutadlo y buen provecho!

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